Volar como antes debe ser volar en el tiempo, intentar adivinar cómo debían sentirse los ancestrales voladores humanos que descubrían el mundo desde arriba. Volar en globo tiene la ventaja de la lentitud, de la calma, del espacio tiempo para contemplar y fotografiar todo lo que te estás bebiendo. Ver tu ciudad desde el aire lento, de un globo es un lujo de vida suave. Y además tienes la realidad de no tener ventanillas, de que el aire también forma parte del viaje.