Queda claro que Pablo Iglesias es un político fuera del uso habitual, y eso que podría ser un activo interesante para sus ideas se está volviendo en contra en cuanto rasca un poco o en cuanto el tiempo va pasando y las gracias se agostan. Las últimas han sido decir en Antena 3 que no piensa estar en política más de 8 años, o que sólo pactará con el PSOE si ellos mismos logran más votos que estos.
Un político debe transmitir seguridad, pues la sociedad es como es y no se puede lograr algo diferente a lo que ellos creen necesitar. Uno al entrar en política o en una empresa de ladrillos puede haber decidido estar sólo 8 años como máximo, pero nunca debes decírselo ni a los jefes ni a los compañeros de trabajo. En política tus jefes son la sociedad. Si lo saben de antemano no pasas la selección de personal y no te contratan.
Puedes no tener ambición, pero eso no quiere decir que tengas que poner fecha de abandono. Más, cuando se sabe que de entrar en el Gobierno, nada es tan rápido como se desea. Efectivamente la política es mucho más aburrida de lo que se piensa desde fuera. Aunque esto depende de las formas. Estar sentado y escuchando en un Congreso es super aburrido. Pero eso además de no ser obligatorio se compensa con muchas otras acciones políticas. Más aburrido es estar años apretando la misma tuerca.
Pero ellos mismos, que de tontos tienen muy poco, saben que deben cambiar rápido de forma o asumir —que es lo que parecen estar haciendo— que no van a lograr lo esperado. Aunque como tienen esa arrogancia intelectual del que se lo sabe bien, deben intuir que “esta” es la oportunidad y que dentro de otros cuatro años nunca se sabe. Lo que parecía ser un intento de hacer una nueva política, que lo ha sido pero se está quedando en gaseosa como no ascienda rápido y con más energía, se está quedando en el enterrador de una IU que ha perdido el respeto. Nacer para ser enterrador antes de ser “algo” parece poco.