La relación en el Gobierno de Aragón entre el PSOE y CHA parece excelente. Lo es en lo personal, en la gestión, en las forma de encajar agendas y formas de trabajar, en las de respetarse políticamente que a veces parece lo más complicado. Pero ahora toca tomar decisiones políticas que podrían herir sensibilidades y no es el caso, pues Aragón merece demostrar las capacidades de los equipos en saber trabajar por la sociedad. Y el PSOE y CHA lo han demostrado en ocasiones anteriores de gestión conjunta.
CHA es posible que se incorpore al proyecto de Ahora Aragón en Común dentro de una confluencia de la izquierda y se presente a los aragoneses de cara a las Generales de Diciembre en unas candidaturas que se tendrán que enfrentar al PSOE por un tipo de voto parecido. Entenderlo es complicado pero es mucho más básico de lo que parece. Como ha dicho Lambán hoy: hay matrimonios de muy diversos acuerdos.
Pero con independencia de lo que al final se decida por parte de CHA y lo complejo o no que resulte el engranaje de esta decisión, es cierto que toda la izquierda aragonesa debe empezar a parar la pelota y sentarse a repensar Aragón, en serio y de verdad. No digo que no lo hayan hecho antes mil veces mil, digo que nunca la izquierda lo ha hecho junta. Es el momento perdido, este diciembre, por la torpeza de suficientes actores que creemos importantes. Pero ya no hay tiempo para más. La capacidad de equivocarnos, a veces, parece infinita. Simplemente porque cuando ves datos de Aragón y los comparas con otros territorios vecinos o parecidos, ves que estamos en Aragón perdiendo el tiempo por la falta de arrestos atrevidos de parte de muchos. Y no quiero dar pistas para no crear heridas.
La izquierda de Aragón es mucho más que el PSOE, mucho más que CHA, muchísimo más que Podemos o IU. Es la suma de sensibilidades variadas que nunca han sabido trabajar juntos, que incluso se han odiado en lo personal, y que ahora están encontrando de la mano del trabajo conjunto entre el PSOE y CHA una nueva forma de ser, de aparecer, de presentarse ante la sociedad, cada uno en su tamaño de gestión, de representatividad. Lo que debería servirnos de ejemplo, no somos capaces de exportar a más instituciones, a más decisiones, a más oportunidades. Otra ocasión perdida. Es decir, el trabajo conjunto del PSOE y CHA está demostrando que SÍ se puede. ¿Os parece poco? ¿alguien más se quiere apuntar a demostrarlo?