El Partido Popular y Telecinco se parecen mucho. Ambos insisten en una programación floja, basurilla, siempre criticada, pero..., cada encuesta mensual ambos ganan al PSOE o Antena3. Algo no entendemos bien los españoles.
Yo no haría más encuestas de intención de voto. Con ver los resultados mensuales de audiencia de Telecinco tendríamos bastante. Mientras los espectadores no cambien, nada cambia en España. Pero asumiendo que nada tienen que ver Telecinco con la política, pero si mucho con la sociología del indeciso que es quien de verdad cambia los gobiernos.
Los que nos dedicamos a la política nos creemos que somos lo que logramos que nuestro partido suba o baje, se mantenga o se estrelle. Es falso. Da igual lo que hagamos en la gestión política. Lo que importa, solo, es que suba o baje Telecinco, la Sexta o La 2. Da igual el tipo de programación mientras la sopa de toda ella logre el resultado que les importa a los italianos y a la publicidad. En política lo cambiaríamos por: " a los alemanes y al capital", pero es lo mismo.
Todo el mundo dice que la mejor cadena es La 2 y luego La Sexta. Pero en realidad la que se lleva más espectadores, publicidad y aplausos escondidos es Telecinco o el Partido Popular, que se parecen mucho sin tener nada que ver. Mientras en España no veamos mucho más otro tipo de televisión, no tenemos cambio a la vista. Pero no se trata de que la vea usted o yo. A nosotros ya nos dan por imposibles. Se trata de que cambien de opinión los indecisos que al final son los que dan con el dedo al 5 sin saber qué soluciones tienen para nada.
Lo sabe Podemos; acabado el chollo de la tele queda rezar para que te saquen en todos los canales posibles, al menos para que no se olviden de que existías en la esperanza colectiva. Y si no, que se lo pregunten a Carmona, que iba para Alcalde de Madrid y se ha quedado en concejal del Grupo Mixto, sin derecho a mesa.