Vivimos muy encerrados en nosotros mismos, y en los últimos tiempos encerrados en el oído y si acaso en la vista de corta distancia. El resto casi nada de nada. Nos comunicamos mal y además por desgracia con la pandemia, no existe contacto físico ni casi visual con quien nos comunicamos.
¿Se nos ha olvidado el tacto como uno de los sentidos fundamentales? Tocarse sirve y mucho para comunicarse. podemos pensar que el hecho de haber perdido la opción de estar cerca, de olernos, de escucharnos de verdad, de incluso tocarnos, no tiene ninguna importancia. Y la tiene y mucha para la comunicación entre personas, para sentirnos humanos.
Cuando algo dura unas semanas no suele dejar muchas secuelas, cuando dura más de un año es seguro que nos costará acostumbrarnos a los modos anteriores. Vamos a necesitar romper con estos aislamientos excesivos.