Hay pocos segmentos sociales tan listos como los empresarios españoles. Más bien como los asesores de los empresarios españoles. Ahora con el contrato de formación te puedes ahorrar una pasta gansa en la Seguridad Social, y durante hasta 36 meses puedes no cotizar las cuotas de la Seguridad Social mientras demuestres que el trabajador está aprendiendo.
Si contratas a un joven entre 18 y 30 años para servir bocadillos de calamares por poner un ejemplo de los miles posibles, lo puedes tener 36 meses aprendiendo el noble arte de poner el picante justo encima de la mayonesa, labor complicada donde las haya, y así lograr expertos en bocadillos a costa de las cuotas que tenemos que pagar entre todos. Los contratos se hacen por un año, solo por un año. Pero si ambas partes y de mutuo acuerdo entienden que les queda por aprender la forma de colocar la anilla del calamar en los picos del pan, se puede ampliar otros dos años más. ¿No se lo creen? Yo tampoco me lo creía, os lo juro.
Efectivamente de las 40 horas semanales los alumnos camareros deben estar 10 horas haciendo teoría. Que por cierto se hace a distancia. Pero eso se habla con el contratado, y punto pelota. Ni te cantées de hacer bocadillos, oye. Eso sí, si tienes más de 30 años, estás jodido pues no te pueden contratar para servir copas por las noches, para fregar locales o para repartir paquetes, pues no estás subvencionado. ¿No hemos visto como en los grandes locales de comida rápida o cafeterías de nombre igual, todos son jóvenes de menos de 30 años? ¿Por qué será?