Cuando buscas ideas nuevas estás creando nuevos caminos utilizando técnicas creativas. Lo de menos es si todo el conjunto de tu acción esté planificada o no, incluso tampoco importa de momento si el resultado es positivo o no. Lo que no hay duda es de que estás empleando unas técnicas que podemos medir, estructurar, copiar, leer y aprender.
Una técnica creativa muy simple es precisamente copiar. Pero cuidado, copiar no es copiar como nos imaginamos en el pensamiento rápido. Para copiar con creatividad hay que aprender a ver, a mirar, a no emplear tanto el sentido común como la imaginación, el saber adaptar cada elemento que vemos para el objetivo que buscamos. Y entonces el copiar se convierte en la suma de conocimientos, en la adaptación para tus pretensiones.
Unas formas, un servicio, unos colores, un tamaño, una visita a una tienda ajena a tu objetivo, unas palabras leídas, una conversación. Todo puede servir para copiar transformando. La innovación hoy es simplemente saber transformar lo que ya existe añadiendo valor nuevo.
A todo se le puede dar un segundo tratamiento y sentido, un nuevo espacio o uso, una nueva utilidad cambiando algunos elementos, analizando para qué sirve y para qué queremos que sirva. Si sabemos mirar de nueva manera, si sabemos intuir que aquellos que ya vemos si puede transformar en otra cosa modificando “algo”, estaremos copiando a la vez que innovando y creando.
Si recoges una idea vista desde una perspectiva personal y la sometemos a un reestudio, y más si es dentro de un equipo de colaboradores que ayudan en una mesa revuelta de ideas sin sentido, es seguro que si sabemos recoger y apuntar, pueden salir nuevas ideas creativas que sirvan para que aquello que parece copiarse, y que se convierta en algo totalmente nuevo y diferente a todo.