Bajar más de 10 puntos desde enero 2015 parece mucho |
Mariano Rajoy está contento con Podemos, muy contento diría yo. Es el grano que necesitaba la izquierda española para seguir no siendo nada. Algunos podemistas creen que este es un buen signo, el detalle que le faltaba a su pastel. Se equivocan si de verdad quieren transformar la sociedad, pero en su devenir por los caminos de la política o lo entenderán o se adaptarán a la vieja casta aunque se llame Podemos.
El NO decir si son de izquierdas o derechas siempre ha mosqueado, incluso a la derecha que los veían cerca, pero cuando admiten que sus enemigos son la izquierda las cosas cambian pues al menos dejan claro contra quien quieren pelear. Ejemplos hemos tenido en Iberoamérica de partidos que decían representar a los más débiles y que se hicieron famosos, pero representaron un caos social y una zancadilla en el futuro de Argentina, por poner un ejemplo peligroso.
Podemos sigue bajando en intención de voto, cuando su obligación sería seguir subiendo. Algo están haciendo muy mal para que esto suceda. Cuando se nace todo es crecimiento y energía. Cuando se muere uno, todo es decrepitud y menos fuerza. Y lo curioso de esta bajada es que los contrincantes no hacen nada por mantenerse. Ni el PP ni el PSOE están haciendo nada nuevo y positivo como para sospechar que pierde votos Podemos por la calidad de los contrarios. Simplemente es que están defraudando a su sociedad, a la izquierda que sí llegaron a creer que Podemos era de izquierdas. Mientras duran, seguirán intentándolo. Aunque también cabe la posibilidad de que modifiquen sus malos hábitos y entiendan de una vez que esta sociedad simplemente tiene sentido común.