Ni encomendándonos a lo imposible |
Ya sabemos varias cosas de esa nueva Europa a la que España no puede pertenecer pues otros países no quieren.
La estamos haciendo entre todos y todas, para bien o para mal, pero seguro que para (y ante) la historia. Dos Europas donde el Mediterráneo ya no es la frontera táctica, y donde el corto plazo es lo único que parece importar ante el futuro del lugar donde siempre han comenzado las grandes guerras del mundo.
Europa puede (y sabe) crear corralitos como en Iberoamérica
Europa puede prestar dinero sabiendo que nunca será devuelto, o puede no prestar dinero aunque sepa que hacerlo así supone una guerra económica.
Europa quiere dividirse en dos. Desde los Alpes, los Cárpatos y los Pirineos para abajo y otro grupo de los países al norte de estas fronteras geográficas para formar una Europa de (más) ricos.
Esa nueva Europa ha dado por perdido el Mediterráneo
Francia ha perdido el poder en Europa. Reino Unido se ha dado cuenta hace tiempo que no merecía la pena esa pelea e Italia y España se han rendido ante las primeras batallas económicas.
A Europa no le gusta nada que se le pregunte a sus ciudadanos por su futuro
Los ciudadanos europeos ya saben que Europa es claramente una estructura de mercado, nunca de personas, y que es capaz de manipular todo tipo de políticas
En Europa no quieren ni permiten que gane la izquierda en ningún país europeo, al menos de forma democrática
Las leyes de cada país no sirven de nada ante la contundencia de las prácticas que desde Europa imponen a cada país que intenta modificarlas. Es el famoso “lucro cesante” que la globalización económica está empleando en todo el mundo
Si ahora preguntaran a españoles, portugueses, italianos, griegos o irlandeses si quieren pertenecer a un club como el “mercado común” europeo, dirían que no
Si ahora les preguntaran al resto de europeos si dejan entrar en la nueva Europa a España, Portugal, Italia, Grecia o Irlanda, dirían que no
Europa quiere criados, como en todo grupo humano primitivo. Criados o esclavos, baratos y sin los mismos derechos que los “amos” y con muchas ganas de trabajar para ellos a precios muy baratos
EEUU está muy preocupada con Europa
Rusia y China están muy atentos con el Mediterráneo, que está en venta o al menos en alquiler.