17.6.15

No iré al cielo, como los de Podemos o Varoufakis, qué asco

Todos, incluidos los de Podemos, se han dado cuenta ya de que Carmena con el cese de Zapata cometió un error de niño pequeño. Lo explico yo en esta entrada, pero ahora lo amplío.

No contentos los de la caverna con derribar a Zapata ahora quieren ir contra Maestre y dicen las malas lenguas que se está mirando con lupa las notas desde preescolar de todos los que ahora ocupan de nuevo cargos públicos. Con Twitter ya acabaron y se lo han guardado todo para ir sacándolo poco a poco.

O la izquierda en general aprende a crear marcos mentales diferentes o estamos condenados a la idiotez que nos han logrado inocular la derecha como si de una mala vacuna fuera. Desde la izquierda nos hemos creído que está mal incluso ir de manifestaciones, hacer chistes bochornosos, subir los impuestos o crear un banco público. Vamos, que nos estamos convirtiendo en una izquierda no ya descafeinada sino idiota. Incluso nos han convencido para ver a Yanis Varoufakis como un imbécil porque se empeña en seguir pagando las pensiones.

Esta gente de la caverna sabe hacer perfectamente un plan político para jodernos a los de izquierda y mientras tanto nosotros seguimos discutiendo entre las izquierdas y si es posible jodiendo con zancadillas a los vecinos de votantes. Somos poco leídos, nada dispuestos a entender de historia reciente, poco sabedores de que el malo de la película es el que sale más sonriente tras haber jodido a los amigos.

Se acabó que esté mal visto robar, tener influencias complicadas de explicar, saber de laboratorios financieros o tener los dinericos fuera de España para pagar menos impuestos. Ahora lo que está en la lista de pecados mortales es ir de manifestaciones, haber hecho huelga, cagarte en la leche puñetera y lo que requiere confesión rápida y cilicio con puntas es acero es haber hecho humor negro, verde o amarillo. Ojo con lo que dijimos en la Universidad hace dos décadas, que nos pueden empapelar. Todos la hemos pifiado de palabra, yo el primero. Incluso de obra y de omisión. Así que en breve me veo condenado a la nada, je je, haaayyyyy. Joder, pues que no voy a poder entrar en el cielo.