Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid y hasta ahora juez, nos sale ahora diciendo que el programa electoral lo considera “una lista de sugerencias” y no como si fuera “una Biblia” con la verdad absoluta. Es decir, no está claramente insinuando que no va a cumplir el programa electoral. ¿Pero no es un contrato teórico por el que los ciudadanos votan a las personas que dicen van a cumplir lo que prometen en una lista de actuaciones políticas?
Pero no contenta con estas palabras, en una entrevista a un medio francés, algo que suelen hacer mucho los políticos rancios, hablar en medios de otros países con más claridad que en los propios, ha colocado en el tintero algunas perlas complicadas de entender.
"Durante la campaña, tuve la sensación de ser mucho más renovadora que ellos (integrantes 15M). Descubrí en el activismo una actitud muy clásica, muy rígida, digna de los partidos tradicionales".
"Las asambleas (resultan) interminables para discutir sobre la tesis, la antítesis y la síntesis".
"Me decían que esas reuniones (asambleas ciudadanas) sirven para homogeneizar posturas. Para nada. ¡Eso crea mal ambiente y divisiones! Lo que acerca, es trabajar juntos".
También admitió que tenía serias dudas sobre la aplicación de algunas medidas de su programa electoral y dijo no sentirse completamente identificada con los métodos e integrantes del movimiento ciudadano del 15-M.