Todos los partidos políticos decimos a gritos que no sabemos comunicar, que no somos capaces de transmitir lo que hacemos. En realidad y en algunos casos importantes: “es mentira”; pero suena bonito como excusa.
La derecha sabe muy bien trasmitir sus marcos mentales, tan bien que ha logrado durante décadas que los emplee la izquierda sin darse cuenta. Y la izquierda ha caído en la trampa además de pensar que todo lo que sea comunicar con técnicas, es decir NO a lo bruto o “brut”, es manipular al personal. Y efectivamente como nos lo hemos creído, lo hemos evitado. Otro aplauso para la derecha.
En comunicación política hay dos premisas básicas y fundamentales.
Hay que transmitir, siempre, mucho; pero eligiendo qué.
Hay que tener motivo y sustancia para transmitir bien.
Normalmente desde la izquierda —ya lo he comentado antes— hemos transmitido poco por miedo a creer que estábamos manipulando. Primer fallo.
Y además hemos transmitido puliendo mucho lo que intentábamos decir, con un lenguaje político puro, sin muchos motivos, potenciando lo micro a lo macro, creyendo que lo obvio no era necesario decirlo para que no se nos dijera que éramos unos prepotentes por decir lo que era nuestra obligación hacer. Segundo fallo pues.
Pero además debemos tener claro qué hay que elegir, qué transmitimos. Durante décadas algunos partidos de la izquierda hemos creído que había que contar lo realizado en aquella áreas que nos parecían que nadie más era capaz de hacer o trabajar o solucionar. Entre hablar de una acequia que afectaba a 100 personas pero que si no fuera por el Partido XXX nadie resolvería o hablar del desempleo que lo hacen todos preferíamos hablar de la acequia. Tercer fallo.
Lo que hay que hacer es transmitir que SI tenemos una opinión diferente sobre el desempleo (por poner un ejemplo fácil) y que además nuestras propuestas si son diferentes a las del resto. Esto no solo afecta a más de 100 personas, sino que además si lo que se plantea es una solución muy rompedora, que no nos queda duda de que los medios de comunicación SI sacarán nuestro proyecto, aunque sea en el apartado de “humor”.
Todos decimos a gritos que salir en televisión es fundamental, pero eso también “es mentira”. Me voy a remitir a Hernández Mancha (hace mil años) que perdió el respeto y los votos tras una entrevista en televisión. En televisión se triunfa si se sabe qué decir y se sabe bien cómo decirlo. ¿Cuántas veces ha salido en televisión la chica esta…, la del…, Rosa Díez? En Valencia ha salido muy poco la gente de Compromis. En Aragón nadie conoce a la gente de Ciudadanos, nio sus ideas, ni su programa, ni su…, ¿existen?
En la tele triunfa quien sabe salir en la tele. Pablo Iglesias antes de fundar Podemos ya salía en la tele. Tenía su tele, por cierto muy vista por las personas que después han formado sus equipos o círculos en toda España. Una tele muy minoritaria, de internet, sin medios, pero con espectadores. Y los tenía porque decía cosas que la gente quiere escuchar, porque llevaba a gente a la que la gente quiere escuchar.
No fue el medio el que hizo triunfar a Podemos, fue el contenido, la preparación de la carne, fue el sabor del plato. Fue su inteligencia emocional y su preparación en comunicación política. La suya y la de su equipo. Sin equipo no se puede triunfar, pues todos los Césares necesitan alguien que les esté constantemente recordando que son simples seres humanos. Así que quien quiera comunicar bien desde la política que tenga claro dos líneas de actuación
Hay que tener un buen equipo
Hay que saber qué queremos comunicar