Al ver el sondeo de Metroscopia publicado hoy en El País a uno le entran ganas de varias cosas. La primera es una mezcla de sonrisa maliciosa y duro daño en las ingles. Sin duda la segunda es reconocer que la izquierda es más tonta de lo que me imaginaba desde dentro, pues con la que está cayendo, con la que ha ido cayendo en estos años pasados, que el PP siga dominando con esas figuras tan populistas y aterradoras el panorama política madrileño es de terror supino. Si Tierno Galván levantara la cabeza tampoco sabría explicarlo.
En Madrid gana la derecha no porque haya muchos funcionarios del Estado, fachas y recalcitrantes, en Madrid gana la derecha porque hay muchos trabajadores que votan a la derecha. Y ese activo para los conservadores y esa debilidad sin solución de la actual izquierda que vive en los mundos de los cuentos infantiles, parece no tener fin. Si la derecha gana el Ayuntamiento de Madrid estarán gobernando la capital desde 1991 a 2019. Serán 28 años de derechas donde Madrid ha perdido brillo, calidad al menos para los que vamos de visita, aunque sin duda ha ganado actuaciones urbanísticas importantes como toda la zona del Manzanares y ha sabido mantener su vida cultural aunque adaptada a su forma de entender la cultura, mucho más de élite. Madrid es hoy más pobre y más apagado, es más provinciano y tiene menos sangre, pero eso les debe importar poco a los madrileños que no se la quieren jugar con experimentos nuevos.
Esperemos al menos, que Ciudadanos sepan frenar la vorágine populista de una Esperanza que sabe montar sus corralitos allá donde pone el ojo político.