En la política de primer nivel no se debe ser pardillo. Y ayer, muy mal asesorado y tal vez encabezonado en su propia capacidad, Santisteve de Zaragoza en Común se equivocó admitiendo la trampa que le tendió Suárez del PP en un debate a dos manos. Es muy posible que ante no suficiente gente y todos ellos ya convencidos desde su casa, la importancia real del debate sea mínima. Pero demostró que los pardillos debe antes de lanzarse a volar por los campos de dios, aprender a volar por los senderos sencillos.
El Partido Popular y Eloy Suárez con sus asesores se prepararon muy bien esta cita electoral, convencidos de que necesitaban ganar, que como fuera debían recuperar ese concejal que les falta para de verdad poder gobernar Zaragoza. Por eso cualquier lazo tendido al aire servía para cazar votos. Iban contra Santisteve pero debían ningunearlo y se estudiaron las dos opciones más fáciles para abofetear al que ellos han llamado tripartito. Había dos opciones, meterse contra CHA y sus según ellos devaneos nacionalistas o contra IU y sus aberrantes discursos a favor del terrorismo por parte de algunos de sus miembros. Se optó al final por lo segundo. Todo con tal de meter el dedo en el ojo del pardillo municipal que es un experto en política social y allí no interesa molestar.
Nunca debió equivocarse Zaragoza en Común con este ejercicio tan poco democrático y manipulado por los listos de siempre. Así que la opinión general es que deben aprender todavía. Lo curioso de ayer es que nadie se acordó del PSOE, que nunca se sabe si es bueno o malo que te obvien. Pero resulta curioso (o no) que para el PP ya no sean enemigos políticos las gentes del PSOE.
