9.4.15

Quince años enfriando las cervezas eran muchos

Hoy he tenido que marchar rápido a comprar un nuevo frigorífico. Quieranlo, de verdad, si te falla se va un amigo y a veces tardas cinco días en recuperar a otro parecido. 

Lo de menos es no tener la cerveza fresca de las ocho de la tarde o sospechar que la leche abierta se podría haber jorobado. Lo malo es que las gotas de los ojos deben estar al frío y que la salsa japonesa que te costó un riñón también. 

Así que hoy nos toca cenar muchos huevos con salsa japonesa y ponerme muchas gotas en los ojos al irme a dormir, para gastarlas antes de que se calienten. Nos tienen pillados por las máquinas, ya no somos libres ni para permitir que algo se estropee.