“Se ha llegado a la mayor complejidad, pero la suprema es formar a un buen hombre. Para formar a un sabio de hoy se requiere más inteligencia que para siete de la antigüedad. Y para tratar con un sólo hombre de estos tiempos, necesitamos más sapiencia que para tratar todo un pueblo de los pasados”.
Esto lo decía el aragonés Baltasar Gracián en el siglo XVII en “El Arte de la Prudencia”. Todo cambia, pero menos de lo que nos creemos, aunque todo lo hace en la misma medida. Las acciones y las reacciones. Las posibilidades para unos y para todos. Pero Gracián indicaba la gran complejidad de la formación siempre actualizada, pues las personas son muy necesarias si están formadas como se necesita. Incluso se podría decir algo más, aunque sea duro. En estos tiempos, solo si se está formado como se necesita tenemos oportunidades de entrar en el mercado laboral con algo más de sentido que ser simplemente mano de obra del montón.