30.3.15

Entre flores y procesionarias anda la primavera nueva

Son tiempos de empezar a ver hojas nuevas, verdes brillantes que quieren buscar el sol, diminutas flores que colocan puntos blancos y morados sobre las hierbas crecidas. Solo se atreven a salir las flores pequeñas, tal vez por que necesitan menos fuerza para dejarse ver. 

Al andar sobre los nuevos campos de primavera le entran a uno ganas de no pisar nada, pero es imposible. Me vuelvo y observo que estas diminutas nuevas plantas son flexibles, que se vuelven a enderezar y no sufren tras mis pisadas. Por eso son las primeras, porque son las más preparadas para resistir.

Los gusanos de la procesionaria hacen largas hileras sobre el asfalto del camino. Van caminando lentamente un detrás del otro, enganchados todos levemente como si fueran gusanos ciegos. No sé a donde van pues tampoco están cruzando el camino asfaltado sino recorriéndolo. Me acerco a ver sus pelos finísimos y efectivamente son cientos y de dos colores. Amarillos chillones y negros serios. Creo que han acelerado el paso ante mi presencia.

Nadie diría que al final estos gusanos si los dejamos se nos convertirán en mariposas. Y las flores en zarzamoras y arándanos.