Nadie sabe qué va a suceder el domingo en
Andalucía, ni los profesionales de las encuestas. El elevado número de
indecisos, escondidos en su silencio y sin decir qué van a votar el domingo,
hace que los miedos y las satisfacciones por quedar mejor de lo que les dicen,
llene los despachos de todos los partidos.
Ni mucho menos es parecido sacar 50 ó 42
diputados, según sondeos realizados en los mismos días y con un número de
encuestados muy alto. No fallan las empresas ni las cocinas de los sondeos,
falla el engaño y el escondite al que juegan los preguntados.
Si vemos los números de las encuestas
observamos que al PSOE le otorgan entre un 30,3% y un 36,7% (un 20% de
diferencia). Al PP le bailan las cifras entre un 20,2 y un 28,4% (casi un 40%
de diferencia). A Podemos los números se mueven entre un 14,7% y un 21,7% (casi
un 50% de diferencia). En el caso de Ciudadanos las cifras del voto se mueven
entre un 7,6% y un 11% (otro 40%) mientras que en cambio con IU las diferencias
son mucho más suaves pues van desde el 7,1% al 8,5% un 20% de diferencia).
Así que el domingo, que se abre un nuevo
periodo que sin duda marcará tendencia en las futuras elecciones de este 2015,
veremos con atención por donde queremos los españoles que trascurra la nueva
política. Y decidirán se 40% de indecisos su al final acuden a votar o
prefieren quedarse en casa, y si se mueven desde sus hogares, si optan por el
cambio o por la continuidad.