Los asesores del PP ya se han dado cuenta
que el enemigo para ellos no se llama Podemos sino Ciudadanos y enseguida han
empezado a lanzar el mensaje de que en realidad no son Ciudadanos sino
Ciutadans. Maravillosa manera de seguir empleando el castellano y el catalán
para mentir.
Pero les ha quedado mucho peor decir con rasmia que
ellos ocupan un espacio político que nadie más puede ocupar, pues esto es
cierto aunque es también negativo. Son originales, dicen desde el Partido Popular, son únicos, pero serlo
en una mala posición es un mal activo. Más beneficio pueden sacar si insisten
en que Ciudadanos no tiene proyecto, no tienen ideas propias, no muestran su
programa.
Aunque esto también se les está desmontando cada
vez que Ciudadanos va sacando de su cartera a los asesores económicos y
sociales. Son posturas templadas, centradas entre lo posible y lo deseable,
pero las saben explicar muy bien. Así que ahora les toca el camino más
complejo, del que sabe mucho Podemos, rodearse de un equipo plural donde primen
nuevas caras de andaluces, madrileños y aragoneses, para desactivar la
cantinela de que en realidad son un partido catalán que quieren dominar España,
que es la suciedad que quiere lanzar el PP para que no se les lleven más votos
los de Ciudadanos. Pronto sacarán de la chistera los del PP el fracaso de la operación
liberal de Roca y compañía para decirnos que en España nunca ha triunfado nada
que nos venga desde Cataluña. Al tiempo.