Mucho se ha escrito del 23F para decir
poco y sobre todo para girar todas las crónicas sobre el hecho claro pero no único
del asalto al Congreso de los Diputados por un teniente coronel que era bien conocido
por todos los estamentos como un reconocido y detenido golpista al que nadie
parecía investigar, dejando pistas tan claras como la compra de cinco autobuses
por parte de su esposa de los que nadie sospechó. ¿Nadie?
El asalto al Congreso se produjo casi a
las 6:30 horas con un retraso de media hora sobre el horario que ellos habían
previsto, por problemas con los viejos autobuses. Eso supone que a las 5:30 ya
tenía que haber salido de su punto de origen el que debía ser “Elefante Blanco” para
dirigirse al estrado del Congreso y explicar a los Diputados secuestrados en
qué consistía el Golpe de Estado.
Es decir, aquellas personas de las que
desconocemos casi todo, habían organizado un Golpe de Estado y dado la orden a
Tejero de que a los pocos minutos del asalto, una autoridad competente, militar
por supuesto, se dirigiría a la tribuna del Congreso para informarles a los
Diputados de todo, como así les dijo desde el estrado un capitán a los pocos
minutos del asalto. Pero aquel “Elefante
Blanco” nunca llegó. ¿Nunca?
Es curioso y muy raro entender un Golpe
de Estado con secuestro de los representantes de todos los españoles, y donde
los golpistas se dignen en dar explicaciones a las fuerzas democráticas
buscando no se sabe bien qué. Los Golpes de Estado siempre se han dado de forma
muy violenta contra alguien o algo, nunca para disparar al techo y para
soltarles una diatriba. ¿Qué hubiera pasado si efectivamente hubiera aparecido
el Elefante Blanco? ¿Se hubieran votado sus propuestas? ¿Cuál hubiera sido el
resultado de esa votación de los secuestrados?
Se dice
que el Elefante Blanco iba a ser el general Armada, algo que él siempre negó y
nunca se probó. De ser él, entró en el Congreso seis horas después de lo
previsto en el Golpe de Estado. ¿Por qué esa tardanza y sobre todo ese cambio
de postura clara?
Se dice
que se mezclaron en el mismo día entre dos y tres golpes de Estado que estaban
en cocina, acelerados por la tontería de Tejero, pero bien maquinados como hacía
Maquiavelo, por el CESID.
Se dice
que el CESIC (hoy CNI) sabía mucho y dejó hacer para controlar desde dentro,
sabiendo que Tejero era un incapaz y Milans un militar con poco prestigio entre
el resto de Capitanes Generales.
Se dice
que la CIA sí sabía que se iba a producir un Golpe de Estado ese día y a esa
hora y que un avión espía Awacs sobrevoló España en los minutos posteriores al
Asalto, habiendo salido desde Lisboa para vigilar movimientos. ¿A quien
informaba ese avión? ¿Solo a la CIA le llevaba esa información?
Nunca
se ha hablado con datos de lo que sucedió en España entre las 17 y las 24 horas
de aquel 23F. Tanto en el Cuartel General del Ejército a menos de un kilómetro
de distancia del Congreso de los Diputados, donde un Teniente General José
Gabeiras supo dominar toda la incipiente rebelión de las distintas Capitanías Generales,
como del papel que algunas Capitanías supusieron para el fracaso del Golpe de Estado.
Nunca
se ha explicado el papel de Zaragoza en aquella tarde noche, con una llamada
general a los militares para su acuartelamiento y el movimiento de armas
pesadas en la carretera de Huesca.
No se
ha sabido explicar por qué el Rey tardó tantas horas en hablar a los españoles
o por qué aquella grabación tardó varias horas desde que se tomó en la Zarzuela
hasta que definitivamente se emitió, aunque debamos reconocer que eran otros
tiempos.
Se
conocen las grabaciones telefónicas de Tejero desde el Congreso al único civil implicado,
pero quedan claro en ellas que existieron muchas otras conversaciones telefónicas
de las que seguimos sin conocer nada.
No se
sabe nada de la trama civil real, en la que estaban implicados algunos medios
de comunicación, y que al menos tuvieron que poner algunos millones para que se
pudiera costear el Asalto con la compra de autobuses.
¿Qué
papel tuvo el Vaticano y sus duras presiones a la UCD, a algunos empresarios
grandes y al Opus?
¿Qué
sucedió y de qué se habló en Lérida en casa del alcalde de esta ciudad, el 20
de octubre de 1980, en aquella famosa comida con asistentes curiosos?
¿Qué
papel desempeñó el comandante Cortina del CESIC en la elección del día y el
modo de operar?
Se ha dicho que el Rey conocía el Golpe
de Estado, pero lo cierto es que aquella misma noche tenían previsto cenar los
Reyes con el matrimonio Suarez, tras unos meses de brutal desencuentro cuando
no enfrentamientos reales. De haberlo conocido pero no queriendo participar
activamente, lo lógico es pensar que el Rey se hubiera ido de Madrid (a cazar o
de viaje de amor) para crear un vacío de poder suficiente para propiciar todo y
luego ser reclamado como “salvador”. Pero también es cierto
que resulta altamente sospechoso que los golpistas en ningún momento tuvieron “la idea” de controlar
Zarzuela, de cortar al menos las comunicaciones telefónicas desde la Casa Real,
si efectivamente como se dice, el Golpe de Estado es contra el Rey. Da la
sensación de que el Rey era la herramienta que tanto servía para un cocido como
para un arroz, el objeto decorativo que él mismo prefirió no saber lo
suficiente para sí poder definir sobre la marcha las decisiones mejores según
su criterio. Curiosamente los dos altos mandos militares que dan el Golpe son
dos destacadas figuras muy cercanas al Rey: los generales Armada y Milán del
Boch.
Según observamos
los resultados que se obtuvieron, sin duda con el fallido Golpe de Estado alguien
logró que definitivamente se desenchufaran todos (o casi) los procesos de Golpe
de Estado en curso.
Se
reforzó sobremanera la figura del Rey
Se
destrozó definitivamente la opción de una UCD (perdió 155 diputados), para dar
paso al ascenso imparable de una AP (ganó 97 diputados), que ocupó su puesto en
la derecha española.
Ascendió
empujado por los aires un PSOE (ganó 81 diputados el año 1982) en la misma
medida en que caía un PCE (perdió 19 diputados quedando en solo 4).
España
entró en la OTAN sin problemas mentales de la sociedad.