El terrorismo es la guerra actual de los brutales salvajes contra los civiles inocentes. Como siempre en las guerras de siempre. Y las soluciones que nos plantearán contra la violencia será más violencia, también como siempre.
Los idiotas asesinos no se enteran, no saben leer sociología, no saben lo que pierden los que tienen su misma religión. Es la imbecilidad de los incultos que solo saben tener razón con las armas en las manos, la libertad podría ser también suya, pero se ufanan en repartir solo terror y miseria, sangre y violencia. Así es imposible lograr avanzar en la concordia, pues para ella se necesita mucha voluntad de compartir.
Lo malo del terror es que afecta a la convivencia, más cuando precisamente ataca la libertad más básica, la de prensa, la del arte, la de opinión. Todos tenemos terror, todos pues tenemos que defendernos.