Todo parece indicar que el PASOK griego
ha muerto. ¡Viva el Pasok! Sería la única exclamación que podríamos añadir a
una muerte anunciada por los desatinos en su dirección política y en su saber
adaptarse a los nuevos vientos. Esto no es de ahora, sino una caída que lleva
años gestándose sin que nadie desde dentro haya sabido encontrar la medicina
adecuada para evitar su muerte.
Un partido que en algo más de dos décadas
pasa de un 45/48% de los votos a incluso menos de un 5% sabe que además de
cambios sociales existen cambios internos y políticos que los han llevado a la
nada. Cuando veas las barbas de tus vecinos mojar, lo mejor es rasurarse o
ponerlas a remojar para que te pillan prevenido. En Zaragoza no entraría ni en
el Ayuntamiento.
No es que hayan fracasado las ideas
socialistas, simplemente es que se han devaluado por no saberse explicar y por
jugar con ellas hasta torcerlas y retorcerlas. ¿Cuántos griegos o españoles sabrían
explicar en qué consisten la ideología social o económica del socialismo
europeo? ¿Cuántos griego sabrían explicar las diferencias ideológicas reales
entre el Syriza actual y el Pasok del año 1977?
Un partido como el Pasok que en solo 3
años es capaz de pasar del 44% al 13% de los votos entre 2009 y 2012, es un
partido sin rumbo, sin cabeza, sin remedio. Más si hoy cosecha como todo apunta
menos de un 5% del voto, quedando en sexta posición política.
Cuando las sociedades se mueven y se modifican
las clases sociales hasta entrar en empobrecimientos salvajes, es normal que
las personas busquen culpables y busquen salvadores. Sucede en Grecia pero
también en España. Ya no es solo la ideología, es también la búsqueda de los
que han tenido algo que ver con la responsabilidad de la situación que tienen
que sufrir. Y eso acaba con las tonterías del trampantojo político de algunos.