Los bares y cafeterías están intentando salir de la crisis con sistemas del impulso, del salto hacia arriba en los precios, jugando en que en algunas ciudades el turismo y su facilidad para poder cobrar sin que el cliente sepa antes el precio final, les permita intentar salir de la crisis con un sistema contrario al del resto.
Tras despedir a parte de su personal, de reducir gastos fijos y variables, solo les quedaba intentar lograr más clientes. Pero cuando se dieron cuenta que los clientes habían bajado por efectos de la crisis y que en cambio los clientes que seguían entrando en sus locales eran los que no habían sufrido ningún efecto negativo por la crisis, han decidido lo contrario: aumentar sus precios pues no van a perder más clientes. Deciden no aumentar clientes, sino que los que entren les produzcan más beneficios,
En la Plaza de San Jaime de Barcelona una caña de cerveza tamaño normal cuesta en un bar pequeño y de tapas 3,90 euros en 2014. Este precio les parecerá increíble a muchos bares españoles pero es el habitual en ciudades turísticas, donde los clientes y en sus países ya pagan esos precios. Es una salida de la crisis abandonando a sus clientes de siempre.
Esta solución no la pueden hacer todos. Hay dos conceptos claros. Tiene que ser una zona donde todos los locales cercanos acuerden precios parecidos. Dependan de clientes no habituales, sean turistas o clientes comerciales y de paso. Peri si funciona otros muchos tirarán hacia arriba de sus precios, como una solución diferente a lo que indican algunos libros.