Este es el icono de la nueva España, pero
lo curioso es que es un icono, una marca, que molesta a la inmensa mayoría de
las voces que hablan o escriben por los medios. Como si les diera miedo no de
que realmente llegaran y se asentaran, sino de que también representaran el
despido de tanta boca gris que siempre habla lo mismo.
Yo no soy de Podemos. No lo será nunca.
Soy de otro partido, e incluso yo debería tener todas las papeletas para odiarlos pues
representan a los que me quitarán votos a mi.
—¡Jode qué raro es el de este
blog!, se dirán algunos.
Yo ya conocí al resurgimiento del PSOE de
Felipe sobre otros partidos socialistas de aquellos años en feroz lucha
interna. He visto nacer a una AP que no era nada y llegó a gobernar en cuanto
añadió una gaviota. He observado el nacimiento y muerte de la tan poderosa UCD.
Vi como cerraba el PC. O como el CDS recogía cenizas y las volvía a tirar. O
como intentaba el PL (los liberales) crear una alternativa. Incluso he entrado
en el 15M varias ocasiones, para aprender y desaprender.
Podemos vinieron para quedarse, y lo
avisé ante gente que creía que eran un susto, una flor de noche cabreada, que eran simplemente los del
15M con estudios.
El gran error del 15M fue no tener cara y
apellidos. Ahora los tienen, los tenemos. Todos. Han venido para quedarse, para
jodernos o para salvarnos, ya iremos viendo, pero han venido para ser.
Esta imagen de arriba la han publicado pocos
medios. Se ve a los posiblemente más destacados dirigentes de Podemos con el puño
en alto. Jodo, dicen los francamente franquistas. ¿Y? Mirar, levantar el puño
es mejor que agachar las orejas, la testuz y los derechos. Yo he levantado el
puño muchas veces. El derecho y el izquierdo pues nunca me acuerdo cual es para
los socialistas y cual para los comunistas. Incluso he puesto cara de mala
baba, seguro. ¿Y? Es una manera muy positiva de soltar la adrenalina contenida.
Podemos tiene ahora el gran reto —otro—
de explicar lo justo, el de jugar con el tiempo un poco, y el de no equivocarse
mucho. Aprender aunque ya vienen aprendidos, y fijarse en las hienas que les
odian sin todavía haber hecho nada ni haber explicado qué son. Se les odia más
que se les odiaba a los del PC en tiempos del 78, pero ni aquellos tenían rabo
rojo ni repartían caramelos envenenados a los niños, ni estos harán nada que no
nos imaginemos ya.
España necesita limpieza, renovación,
modernidad, trabajo, justicia básica, respeto entre todos y hacia todos, peso
en esa Europa que nadie sabe ahora qué es y menos todavía qué será. En España
se necesita tirar de la manta, abrir las ventanas, mirar debajo de los cajones,
detener y detener tanta sangría de bobos jetas que se creyeron que esto era una
dehesa de animales mansos.
Este es el icono de la nueva España. Y
hemos tenido la enorme suerte que sea este y no otro, pues los hay muchos
peores. Ahora toca seguirles la pista, dejarlos crecer (¿más?) y plantearles
cara son nuestras ideas y soluciones que no siempre serán las mismas que las
suyas. En el pueblo de mi padre se dice: “El que
más chifle, capador”.
Nota.: Los hay igual de limpios que Podemos, pero son más pequeños que estos. Lo aviso para que nadie se crea que se me olvida el enorme trabajo de Chunta Aragonesista.
Nota.: Los hay igual de limpios que Podemos, pero son más pequeños que estos. Lo aviso para que nadie se crea que se me olvida el enorme trabajo de Chunta Aragonesista.