La situación de esta semana en España es especialmente interesante desde el punto de vista político y social, como para que las decisiones judiciales sean simplemente un vehículo de puesta en marcha, pero no de tracción. Lo que cada una de las partes decida hacer esta semana sentará precedente aunque no lo sea judicial ni legal.
Nunca hay una sola decisión cuando hablamos de interpretar las leyes, sobre todo en los periodos que median entre la acción y la sentencia definitiva. Por mucho que se empeñen los juristas de una idea o de la contraria, siempre hay mecanismos de defensa, como además es obvio y positivo que haya. La naturaleza de estas maneras en la defensa son variadas yen muchos casos secretas hasta tomarlas.
España se juega su futuro y lo sabemos todos. Una negociación inteligente, atrevida y sincera, hubiera servido para encauzar toda la situación. Pero Cataluña no está sola y eso lo sabemos todos.en el espejo de Cataluña se miran Navarra, País Vasco y puede que incluso Canarias a poco que sigamos equivocándonos todos. Por eso las decisiones sin una sopa de complicado maridaje con todo tipo de sociedades, por mucho que se empeñen los que creen que la ley todo lo resuelve.
Una ley es de cumplimiento obligatorio mientras otra ley no la cambie por obligación social, legal o de conveniencia en el tiempo. Así que sin duda, estamos en momentos interesantes para la historia de España En este siglo y a nosotros nos toca gestionarlos, equivocarnos o acertar.