Tras ver a Pedro Sánchez en Antena3 a uno le entran ganas de
abandonar el país. No nos queda nada, tanto hemos defenestrado al político como
oficio válido, que han huido los realmente válidos y quedan mediocridades
vestidas de El Corte Inglés. Era como volver a encontrarte con Zapatero en el
año 2000 pero los tiempos han cambiado y ahora se necesita otra rasmia, otra
imagen, otras formas.
Pedro Sánchez no es hoy la solución que requiere España, el
PSOE o las izquierdas españolas. Se le nota conservador, nada claro, capaz de escaparse
de todo tipo de preguntas sin responder pero notándose que se está escapando, buen
vendedor de coches usados pero complicado de emplear para ilusionar a los que
han perdido la fe.
Estamos perdidos como sociedad progresista y sin duda viendo
el programa de Antena3 se entiende perfectamente el auge de Podemos, que con
todos sus grandes fallos al menos no es tan malo como otras opciones que
podrían haberse apoderado del regeneracionismo. Si hubiera aparecido cualquier vendedor
de algo nuevo, también hubiera ascendido como la espuma viendo la competencia.
De las preguntas realizadas poco hay que decir. Poco
agradable. La periodista me ha parecido mejor que otras veces, lo cual indica
en qué punto ha estado la entrevista, que no debemos olvidar era la primera
seria a la que se presentaba el ya elegido Pedro Sánchez. No estamos hablando
de un futurible, sino de una realidad socialista. Y hablar de Cataluña como de una
región, es en el día 10 de septiembre de 1014 de todo menos oportuno para resultar
creíble como político que busca con su inteligencia resolver problemas y
resultar capaz.