Lo que pretende Rajoy para los alcaldes, don Mariano para
los amigos, es simpático. Pretende y lo hará si él quiere, que el 40% de los
votantes de una ciudad sean los que elijan al 51% de los concejales. Es decir,
que el 60% de los votantes solo pueden elegir al 49% de los concejales. Si un
partido obtiene un 40% de los votos o más, se llevará el 51% de los concejales
para obtener así mayoría absoluta y poder gobernar sin problemas. Suena a bien
para poder gobernar y a muy mal para mantener íntegras las opciones de una
persona un voto por igual de importante.
Con este sistema si las izquierdas se integran en una lista
única, SIEMPRE obtendrán las mayorías absolutas de los ayuntamientos de España.
Y si no se integran en una lista única NUNCA tendrán ningún ayuntamiento en
España. Así de complicado de entender o asumor y de sencillo de lograr. Depende de los
propios progresistas de España el que con esta reforma ya siempre sean los que gestionen
los ayuntamientos. Y lo habrá logrado el Partido Popular.
Una vez que se logre una coalición ANTES de las elecciones,
ya no habrá casi posibilidad de que sea alcalde una persona diferente a la que
se decida en los despachos de los partidos políticos, antes de ir a votar.
Pensemos
en Zaragoza. Lo complicado será lograr entre los partidos de izquierda crear una lista
conjunta de PSOE más IU, CHA, EQUO y PODEMOS (todos o todos menos uno). Pero si se logra se mantendrían en
el poder por siempre, pues sociológicamente las izquierdas representan bastante
más del 50% del electorado. No importaría lo que votaran los ciudadanos sino lo
que se lograra hacer en los despachos para distribuirse los concejales en una
lista única. ¿Esto es democracia? Por cierto, el 49% de los concejales que restan ¿a qué se dedicarían, si les va a dar igual lo que hagan? ¿a romper la super coalición vitaminada?