Es curioso que los Bancos Centrales, el Banco de España por
ejemplo, no tengan ningún trato con los ciudadanos del país en el que se asientan.
No sirven ni para ser visitados.
Si usted quiere abrir una cuenta, solicitar un préstamos, meter
papel o simplemente cambiar divisas, el Banco de España ya no sirve. Hay
ventanillas, hay personas trabajando, pero no te pueden atender.
En realidad el Banco de España es un banco público para no
para el público. Son los que más dinero tienen, los que lo prestan más barato,
pero no se lo pueden prestar a las personas de verdad, solo a otros bancos para
que estos NO se los presten a los ciudadanos sino que simplemente tapen sus agujeros
contables de malos gestores.
Los pensadores conservadores piensan en que los Bancos
Centrales debería dar dinero a los ciudadanos pero a voleo, tirándolo desde
helicópteros como decía Friedman. Así algunos se encontraría con un regalo y se
lo gastarían. Otros, los socialistas, pensamos que lo que hay que crear son
Bancos de España públicos de verdad y que traten con los ciudadanos en vez de
con las máquinas.
Lo de tirar dinero desde un helicóptero es parecido a lo que
hizo Zapatero con el Plan E pero en antiguo. En antiguo ambas posibilidades. Lo
que se debe hacer es ponerlo en circulación por la calle, entre las personas,
no entre los bancos y las máquinas de contar. Yo no soy partidario de bajar los
impuestos, pero otra forma de bajarlos es imprimir más y sacarlo a la calle.
Este sistema ofrece un reparto muy desigual que favorece al que más tiene.
Tampoco me sirve. Lo de imprimir más dinero está bien aunque el miedo de la inflación
nos retiene a todos. Lo malo de este sistema es saber repartirlo bien.
“Ellos” cuando hablan de repartirlo bien se refieren a
entregarlo para que se multiplique. Y luego retirarlo o asumirlo. Yo entiendo
lo de repartirlo bien, entregándolo a quien ahora no lo tiene. Ellos me sonríen
y se callan. Piensan que estoy tonto. Hacer más dinero para que lo tengan los
que ya tienen mucho no me gusta. Más papel con el mismo valor final pues cada
billete valdría menos no nominalmente sino en valor de compra. Con este
sistema los pobres lo tendrían dinero para comprar lo que necesitan, pues valdría
más y tendrían el mismo dinero. Excepto si se creara una Renta Universal y Básica.
Joder, ya he terminado con las ideas de PODEMOS: No tengo remedio.