31.8.14

El único cambio es que todas las izquierdas se han hartado de “los suyos”

La encuesta sondeo que publica hoy El Mundo y realizada por la muy profesional Sigma Dos es adjetivamente curiosa y terrible, simpática y digna de volver loco a cualquier estudiante de políticas con experiencia en sociología.

El efecto mariposa puede explicar parte de estos cambios casi absurdos, que multiplican la nada hasta hacerla interesante, pues además del enorme cabreo de los españoles con todos los políticos de la casta, algo más debe haber para que en seis meses hayan pasado los de Podemos desde las cuevas a lograr un teórico 21,2% de votos que les supondrían el voto de unos 5.000.000 de españoles.

Si el efecto “Pedro Sánchez” se ha disuelto como un azucarillo antes de ponerlo sobre el tazón de leche caliente, el de IU y UPyD ha sido flor de unos meses, hasta que ha aparecido el cambio diferente. ¿Pero estamos seguros de lo que queremos?

Si, los españoles lo que simplemente quieren es mandar a la mierda a todos los políticos anteriores a la crisis. Nos quieren en casa y con la pata quebrada para que no nos volvamos a mover. Se salvan algo los nacionalistas pero no en todos los lugares por igual y con cambios entre ellos donde hay más de una opción. Léase el país Vasco y Cataluña.

Si IU pierde más del 50% del voto en solo tres meses hay que pensar que o bien el sondeo está muy mal hecho o hay que cambiar hasta los cimientos. En el caso del PSOE ya se han dado cuenta que el cambio anunciado es…, poco cambio. Pero mientras tanto en el PP se frotan las manos y celebran que El Mundo les sigan queriendo. Nadie duda de las tendencias en los sondeos, pero casi siempre son décimas, algún número suelto, algunos detalles pulidos, pero nunca un cambio tremendo entre los números. Si nos fijamos lo que pierde UPyD lo gana el PP; y lo que pierde IU y el PSOE desde las últimas generales es casi lo que sube PODEMOS. Si añadimos el cambio y modificación social y política de los abstencionistas podemos observar que el único cambio es que todas las izquierdas se han hartado de “los suyos” y están buscando recambios. Nada más. Y nada menos. Y las derechas vuelven a donde siempre habían estado.