Solo amándonos más a nosotros mismos lograremos amar a los demás. Esto, tan aparentemente egoísta, es beneficioso para todos y se llama asertividad.
La única manera de poder ayudar a los demás es estar convencido de que tu autoestima es muy alta, sin caer en el egoísmo personal. Y para ello nada como sentirse a gusto consigo mismo y saberse válido.
Todas las personas necesitamos estar bien con nosotros mismos para así poder estar bien con los demás. Si fallamos en nuestro propio amor propio es imposible entregar a los demás —sin sumisión— lo que ya sabemos que somos capaces de lograr para nosotros mismos.
¡Ámate a ti misma!