La excusa de que las esposas no sabía qué firmaban es de
premio a la idiotez más absoluta. En los últimos años y ante el crecimiento de
los escándalos financieros y las corrupciones varias, las esposas pilladas en
medio, con su firma y su apoyo, dicen siempre que ellas no sabían. Los abogados
deberían cambiar su técnica de defensa pues ni cuela ni sirve.
Dejan a las mujeres en general en muy mal lugar, sobre todo
a las que se casan con los jetas y delincuentes. Es como si las tontas se casaran
siempre con los más jetas. Curioso. Claro que también podríamos pensar que los
jetas las buscan tontas para engañarlas, aunque no creo que sean tan
organizados como para planificar las bodas con arreglo a la idiotez de las
esposas. Las buscan rubias y a ser posible con estudios de colegio bien.
El truco es muy sencillo. Los jetas necesitaban al principio
a personas que no firmaran con ellos y así poder esconder los dineros o las
propiedades en sus propias cuentas. Luego se perfeccionaron las formas y
empezaron a meterse como socias necesarias en las mismas empresas tramposas que
los maridos. Firmaban pero no leían, participaban y gestionaban pero no
acudían; cobraban y gastaban pero no se enteraban de nada.
Yo si a mi esposa le llevo cinco millones de euros un lunes,
también estoy seguro que no me preguntará nada. Ella ya sabrá que los he
logrado de forma rara, pues no juego a las quinielas. Simplemente mirará en
internet donde pilla la cárcel más cercana y qué autobuses llevan de visita.