Nadie dudaría de que esta imagen es de España. Efectivamente
es Madrid pero podría ser de cualquier ciudad española. Buen tiempo, ocio para
estar en un bar tomando unas cervezas con unas tapitas, buena relación y una
conversación entre personas amigas. Es calidad de vida, sin duda. Calidad que
hay que conservar. Sin duda también.
Europa nos pide otra cosa, y no por que no conozca nuestra
forma de vivir, no por que piense que no es buena para la salud física pero
sobre todo mental, solo por que piensa que así no producimos suficiente.
Efectivamente, se refieren a que no producimos los obreros que producimos, para
que otros que simplemente recogen, puedan tener unos beneficios mayores.
Pero España engaña. Nuestra forma de producir es alta
comparada con los datos de Europa. Cuando nos hablan de cambiar los horarios o
cuando nos señalan como vagos que siempre estamos de fiestas y de vacaciones o puentes,
nos quieren engañar. Es mentira. Nuestra jornada laboral anual es superior a la
europea. A lo largo de todo el año trabajamos más horas que muchos obreros de
muchos países.
Es cierto que los horarios habría que optimizarlos en
España, que no tenemos tiempo para hacer tareas formativas en exceso. Que organizamos mal la conciliación de vida
familiar y ocio. Pero seguimos siendo muy productivos. La deslocalización no es
por nuestra baja producción, ni por la mala calidad de lo que producimos, sino
por los salarios todavía mucho más bajos que se dan en algunos países.
Otra cosa bien distinta es que en Europa deseen tener
algunos países esclavos, zonas internas en “su” Europa con mano de obra muy
barata, domados a sus gustos productivos para encargarles lo que ellos no
quieren hacer. Eso si.