La Declaración del Ateneo de ayer, firmada en Madrid para exigir un Referéndum en España sobre la forma de Estado que debemos tener en España una vez cerrada totalmente la Transición contó con la firma de ocho formaciones políticas de izquierda. Desde IU a CHA, desde Equo a Compromis. Como muchos han notado faltaba Podemos aunque estaba parte de su núcleo fundacional con Izquierda Anticapitalista.
Las explicaciones que ha dado Podemos para no estar presente han sonado por primera vez a infantilismo de la izquierda. Es cierto que no tienen tantos cuadros como para atender todas las funciones que ahora ya debe intervenir, pero la excusa de que ellos deben estar detrás de los ciudadanos y no delante de ellos planteando asuntos suena a error grave.
Casi nadie de ese millón y pico de votos de Podemos les ha elegido para que estén detrás de todos. Detrás están los coches escoba, las mantillas en las procesiones o los ancianos respetados. Su obligación es liderar el cambio y no reeditar el 15M que como experimento fue un éxito pero que falló por no ser capaces de sacar la cabeza de las casetas hasta varios años después.
Yo hubiera aplaudido más si Podemos hubiera dicho con claridad que la Declaración del Ateneo nace muerta pero además es una herramienta obsoleta. Creo que el sentido de preguntar a los españoles es muy bueno, pero el error es plantear República o Monarquía. Lo correcto es empezar a plantearnos qué tipo de Monarquía queremos una vez que ya debemos asumir que a los españoles les importa tres pitas la República. Pero posiblemente el trabajo al que se sumarían más fuerzas políticas y más ciudadanos sería el de tasar mejor el papel de la Monarquía a través de cambios en la Constitución y ampliar o cambiar de estatus al Presidente de Gobierno. Podemos ser una Monarquía y a la vez que el Presidente del Gobierno fuera el Jefe del Estado.