La oligarquía, gobierno de unos pocos, han tenido miedo de
algo que todavía no sabemos cuantificar y todo ha terminado con la abdicación
del Rey Juan Carlos I en busca de un recambio generacional ahora, por si fuera
mucho más complicado hacerlo en unos meses. Nos falta saber el motivo detonante
del adelanto, pues el mismos Rey no hace muchas semanas había indicado que él
no pensaba abdicar. Algo ha cambiado sin que sepamos cuantificar.
Puede ser el cambio generacional que se está dando en la
política española que lleva a un cambio de sistema, de régimen, de forma
imparable. Pero puede haber detrás algunos problemas de salud no explicados,
problemas matrimoniales no resueltos o problemas legales de su familia ante una
financiación irregular de las finanzas que sin duda se han ido tapando con
ayudas de muchas personas. Todo salpica a la Monarquía. Desde la muerte de los
elefantes a los líos de alcoba o las amistades peligrosas. Y ahora toca dejar
de tapar.
España no quiere ser republicana por miedo. Franco sigue
vivo como un fantasma que sigue demostrando las razones que tenía con el “atado
y bien atado” pues los temores se contagian entre generaciones. Solo la joven
sociedad que quiere demostrar que es diferente, será capaz de no pensar en el
pasado.
Nos toca pues dejar en evidencia a los socialistas que no
han sabido ser republicanos aunque se hayan puesto muchas veces la tricolor en
sus solapas, solicitar a los que son lógicos dentro del PSOE que se exijan
claridad y expulsen de los órganos de poder a las momias secas, asumir que es
necesario una reforma contundente de la Constitución, pues estamos dentro ya de
una nueva época y para que todo sigua siendo válido es necesario retocarlo.
España no es tan sencilla de gestionar como los EEUU que es
capaz de tener una misma Constitución durante dos siglos. Pero retocada en 27
ocasiones. Una ley no es “intocable”, todas las leyes se pueden y se deben reforman
en todos los países. Todas las leyes tienen mecanismos reglados de reforma.
Siempre hay que adaptarlas a los tiempos pues las sociedades se mueven.