En política o en la vida habitual no es lo mismo unir que
juntar. No es igual absorber que fusionar. No es lo mismo converger que mezclar.
Tampoco es lo mismo unidad que unión. Volvemos a plantear desde la izquierda la posibilidad de que se reedite una
especie de Frente Popular pero con otro nombre para no asustar a nadie. Bien.
¿Pero de qué hablamos en realidad?
Posiblemente todos los que acudan a la mesa de la
negociación tendrá en su cartera una idea distinta de lo que deseen lograr. La
meta es gobernar, conseguir más apoyos, sumar votos. Bien. Pero eso es otra
cosa a “unir”.
Yo creo en el trabajo en equipo, en la unión temporal de
empresas, en las sinergias para trabajar por un objetivo común. Yo creo en los
programas comunes y sobre todo en la obligación de cumplirlos.Yo creo en la inteligencia política que ayude a lograr que la sociedad mejore y esté menos manipulada.
La lógica ya enmarcada es que IU y Podemos deben sentarse y
unirse. Mal. Y que esta suma se vaya rellenando con Equo, CHA, BNG, Compromiso,
etc. Mal. La lógica no es esa, lo correcto no es eso. Hay que sentarse a
negociar programas, a plantear puntos de firma común que son muchísimos, formas
de apoyar a la sociedad. Y en este camino se puede hablar de listas conjuntas,
de programas consensuados donde se aparque temporalmente aquellos que les
separa, etc. Eso es decirle a la sociedad que somos muchos los que creemos en
algo común y que con esos puntos amplios ya consensuados se puede mejorar la
sociedad española. Pero en todo tipo de empresas o equipos no se les solicita a
sus miembros que se fusionen, mezclen sus activos, sus familias, sus
propiedades, sus ideas y que a partir de ponerse a trabajar juntos compartan
todo. Es un absurdo.
IU es de hecho la suma de varios partidos independientes que
a veces se llevan bien y a veces muy mal. Tampoco se trata de sumar a IU más
sopas y batidos, sino de juntar en algo nuevo la potencia de IU y la nueva
fuerza que van demostrando todos los partidos de izquierda en España, que todos
han aumentado su voto y su incidencia. Si todos demuestran generosidad con los
planteamientos de futuro, maravilloso. Si algunos desean aprovecharse del
momento para crecer a costa de sus amigos ideológicos, se equivoca pues se nota
la trampa.