Propuso ayer Pablo Iglesias de Podemos una idea ya vieja que
se olvidó en las últimas décadas pero que ya Felipe González introdujo mientras
esperaba a gobernar.
Crear un Gobierno en la Sombra. Una lista propia de
políticos y personas de cada partido, que sean y representen el posible futuro
Ministro en caso de llegar al Gobierno. Como es lógico esta persona suele ser
el más preparado de cada partido en los asuntos que afectan a la sociedad y
además la imagen de la organización ante los medios.
Se tachó esta figura de malintencionada pero para llegar un
acuerdo entre los dos partido grandes en olvidarla y facilitar el Gobierno de
las “figuras” obviando el trabajo de los equipos y de los subalternos aunque
fueran de primer nivel. Es decir, pactaron sin decirlo que TODO lo hablarían y
discutirían los líderes máximos sin dar cancha a los futuros ministros, pues
así tenían las manos libres para elegir a quien quisieran una vez llegado al
gobierno. Vamos, que no se sentían atados a los buenos trabajos de los ministrables.
Pero la gran ventaja de este sistema, si tienes equipo de
calidad, es que la sociedad ya va conociendo a los que serán los futuros y
posibles gestores de las materias importantes. Economía, cultura, laboral,
asuntos exteriores, educación, sanidad, agricultura, etc. Trabajar en equipo
permite diversas variables y esta es una de ellas, que además de un punto muy
alto de la pirámide, haya varios puntos que sobresalen para que la calidad del
grupo sea mayor y más potente.