Ahora ya se puede votar sin
equivocarnos a la hora de elegir el partido político, puedes acudir a una página web, responder a unas preguntas y ellos
mismos te dicen a quien debes votar, a qué ideas debes dar tu papeleta sin
equivocarte, con arreglo a tus opiniones y preferencias.Ya no es necesario conocerlos ni leerte sus programas, ellos lo hacen por ti y te lo dan mascado y con la digestión hecha. Te lo ponen súper fácil.
Efectivamente las posibilidades de
manipulación de estos usos son inmensos y entramos en un terreno súper peligroso; pero así
son las cosas y así se las intentamos contar.
Una vez que el ciudadano le coja gusto
a este sistema, por una parte ellos ya saben sin hacer sondeos viejos, lo que
opina la gente que entra en internet, por otra parte pueden vendernos con
ligeros movimientos para no restarle credibilidad, los partidos que les
interese a la empresa, y por otra parte obviar a otros.
No están todos, las preguntas son bastante
genéricas, en algunos casos no están al alcance de todo tipo de ciudadanos y
las penalizaciones por respuestas de “no sabe no contesta” van en ayuda del
bipartidismo. Pero la modernidad manipuladora es como es.