Volvemos con la tontería repetida por interesados sobre qué
hacer con Cataluña y Europa, una vez que la independencia de Cataluña con
respecto a España fuera una realidad; algo que no veré yo, por cierto. Y los
agoreros negativistas se empeñan una vez si y otra también en decir que
Cataluña tendría que irse de Europa o simplemente que no la dejarían entrar,
que parece lo mismo aunque no lo es.
Europa necesita a Cataluña como Cataluña necesita a Europa.
Alemania del Este cuando quedó agregada a Alemania, entró
automáticamente en Europa
Europa no puede jugar en estos tiempos a decir quien entra y quien sale
de la Europa importante
El precedente de Cataluña, para bien o para mal, podría ser una señal
peligrosa para Europa. Imaginemos que Cataluña, fuera de la integración con la
Europa Unida, con su propia moneda y su cambio propio, fuera capaz de
defenderse mejor ante la crisis, por poner un ejemplo menor. Que accediera a
otro tipo de mercados en otras latitudes. ¿Es que alguien piensa que una
Cataluña independiente se volvería idiota de golpe y ya no sabría comprar ni
vender?
El problema económico de Cataluña y España no es este, señores. El
problema es qué hacemos con las deudas públicas, con lo que en caso de
separación hay que valorar con la contabilidad estatal. Por ejemplo con las
perspectivas de pagar pensiones cotizadas durante décadas por personas a una
caja común, con las inversiones entre ambos territorios ya separados, con la
deuda hacia terceros países, con la parte de tanques que hemos comprado con el
dinero de todos y ahora hay que repartir, etc. ¿Sería mejor o peor para ambas
partes que esta “separación de bienes” fuera en una moneda ajena al euro?
¿aceptarían los mercados europeos que la deuda obligatoria de Cataluña hacia
ellos, la que tendría que asumir Cataluña, la tuviera que pagar en una moneda
que no existe hoy?
¿Aceptaría Europa un país en mitad de su seno, con 7,5 millones de
habitantes y una moneda que no fuera el euro? ¿podría convertirse Cataluña en
otra Suiza?
Recordar que los habitantes de Cataluña son más que los de
Dinamarca, Finlandia, Noruega, Irlanda, Bulgaria o Serbia. Y casi la suma de
Kosovo, Letonia, Eslovenia y Albania. A
Europa no le interesa ni Cataluña ni Escocia independientes de sus países
actuales simplemente por que esto nunca se ha realizado desde la paz y nadie
sabe como hacerlo. Y sobre todo por que de saber hacerlo y hacerlo bien,
abriría un camino inmenso para el futuro que nadie quiere explorar. Antes de
contemplar la independencia “total” se abriría un camino intermedio de
independencia de sus actuales países pero dentro de una Europa acogedora, como
mal menor para no levantar liebres de imposible digestión histórico. Otra cosa
es que las separaciones se hagan por la violencia, donde como hemos visto
siempre, todo está permitido, consentido y alentado. En las guerras, siempre
unos ganas y siempre otros pierden.