En las municipales de Francia en este 2014 ha traído los resultados lógicos que las diferentes políticas van creando en la sociedad. Nada nuevo aunque todo cambie. Si los socialistas tras ganar en Francia con un discurso claramente en apoyo de la sociedad que está más débil, se alía con empresarios y cambia el programa por otro más liberal, lo normal es que sus votantes se queden en casa o cambien de elección. A los conservadores solo les ha bastado con estar callados y esperar.
El aumento del voto de Marine Le Pen es el lógico por la moda de la utilización del discurso xenófobo que recoge el voto del cabreado social que sí decide acudir a votar. El día que el indignado maltratado decida en masa acudir a las urnas, las extremas derechas crecerán como setas si la izquierda real no es capaz de ofrecer alternativas reales a los problemas y posibles o creíbles.
Curiosamente la izquierda de verdad no se la espera excepto unida a los Verdes, pues participar del sistema desde lo que muchos consideran neocomunismo no está de moda en Francia. Todavía. Pero los Verdes no en todo son progresistas sociales aunque en algunos temas sean la única solución al control de laboratorio que practican las grandes corporaciones de poder escondido. Veremos como evolucionan las ideas entre la sociedad.