Madrid ha vuelto a llenarse de indignación, de un millón de
personas reclamando sentido común. Desde todos los poderes declarados o
escondidos se ha intentado tapar la importancia de estas marchas del 22M sobre
Madrid.
Desgraciadamente estamos volviendo otra vez al principio de los principios y tendremos que
replantearnos una nueva Transición con arreglo a los mimbres que seamos capaces
de entregarnos entre todos. Retrocedemos incluso en las formas y nos estamos
condenando a reescribir otra vez más la historia en España.
Quien crea que esta España camina hacia delante se equivoca tristemente.
Estamos como sociedad moviéndonos en circulo desde hace dos siglos y eso no es
avanzar, es rodearnos para volver a pasar por los mismos lugares una vez y
otra.
Claro que ha existido violencia. Provocada por desconocidos
intereses y actores de esta España ya conocida. Nada es nuevo, tampoco esto.
Desgraciadamente estamos en la época de los NO líderes, de los ilusos bobos sin
carácter pero también sin visión de la sociología básica que sirva para avanzar
y construir. Estamos en el periodo de la destrucción.
El 22M será otro eslabón más en la construcción del nuevo
camino. Pero los que mandan en todos los ámbitos de la sociedad española se
están acostumbrando a ver un millón de personas en la calle. Esto es muy
peligroso pues lo que se busca es precisamente en que no sea normal el cabreo.
En la medida en que el sistema admita como normal lo anormal, crecerán las
formas de la anormalidad hasta ir alcanzar lo hoy inimaginable ¿Es eso lo que
buscamos todos?