El director de La Razón, Francisco
Marhuenda, hombre duro que no se rinde haga tempestad o se encuentre solo ante
todos, sabe emplear la palabra para meter el dedo en el ojo de todos los que él
llama progres, aunque en la mayoría de los casos nos resbale.
Ayer nos decía que los progres no
planteamos ideas nuevas, refiriéndose a la inmigración que nos viene desde
África. Sabe y sé que a veces tiene razón, aunque menos veces de lo que parece. Le mata su apoyo a las tesis más conservadoras de la economía y la sociedad, pero a veces peca de infantilismo, lo cual no es de extrañar dados sus planteamientos políticos.
Le voy a dar una idea. ¿Es lógico que a los
inmigrantes que nos llegan desde África no les estemos desde hace años
realizando unos programas de formación profesional que desde lo más bajo a los
más alto nivel sirva para integrarlos a nuestra sociedad? Deberíamos ser capaces de
lograr esa integración pues España es un país enorme al que le faltan
habitantes. Nuestros países vecinos tienen más personas en su seno que España.
Los habitantes son un factor de riqueza económica en un país si se sabe emplear
y formar, si se le sabe integrar y ponerlo a funcionar y a crear riqueza.
Así que sí, además de cuidarlos,
curarlos y darles cobijo humanitario, deberíamos empezar a ponerlos a estudiar
con urgencia pues son muchos años admitiendo que lo único que saben hacer es
vender bolsos por las aceras. No, no se trata de crear competencia desleal a los
trabajadores españoles, no me jodas. La competencia desleal la crean algunas
mafias, ciertos países que exportan a pesetica el cacho o empresarios
desnaturalizados que juegan a joder. No seamos torpes, no es cuestión de 15
días, es una acción egoísta a medio y largo plazo, se trata de ser más grandes,
más potentes, más capaces.