Crecen los partidos políticos de izquierda en España como crecen las
flores en primavera. Ya tenemos a “Podemos” legalizado como partido político
por imperativo legal. Pero un partido más de izquierdas a sumarse al lío y
barullo, al aplauso pepero que ve crecer a los enemigos sin tener que mover un
dedo del abono.
Desde la izquierda nos quejamos del bipartidismo pero lo
alimentamos nosotros mismos con nuestra división y crecimiento tumoral. El PSOE
y el PP aplauden con las orejas cada vez que nos ven crecer en organizaciones
pero no en número de personas adscritas, cada vez que nos ven discutir entre
nosotros sin saber explicar los errores y los problemas. Somos capaces de crear
partidos pero no de crear soluciones. Y lo que es peor, sin saber explicarlas a
la sociedad.
En las próximas elecciones, como muy bien recuerda hoy Arturo
Fernández en Público, miles y miles de pensionistas con pérdidas o de mini
miliuristas de 600, volverán a votar a la derecha. Y la izquierda no sabrá
nunca por qué, avisando que es culpa de la sociedad. Joder tíos, es culpa
nuestra. Mía y tuya, amigo. Mientras no expliquemos mucho mejor, mientras no
seamos capaces de sumar líderes creíbles, mientras no dejemos de ser
funcionarios de la política, mientras pensemos que la mejor manera de ser de
izquierdas es controlar la información a la baja es decir restando y no sumando,
nos iremos poco a poco a la mierda social. Eso si, igual tenemos suerte y los
populares lo hacen tan mal que ellos mismos se queman en la hoguera. Entonces
sí, volverá la izquierda a disimular.