El problema de la Ucrania violentamente en guerra civil (de momento) se observa perfectamente si dividimos al país según la lengua materna que se adquiere al nacer. En donde se habla ucraniano se está a favor de Europa. En donde se habla ruso se está a favor de las tesis rusas. El idioma configura sociedades. No entenderlo en condenarnos a la violencia pues el idioma forma parte ancestral de la forma de ser, del propio sentido de ser. Más que las fronteras es el idioma el que selecciona los países, los estados, las sociedades. ¿Nos suena Bélgica o España a algo parecido?