6.2.14

Llego en tren de Teruel con retraso pero no sé hacer otra cosa que aguantarme

Llego de Teruel a Zaragoza en tren con 20 minutos de retraso y me dicen que es un día afortunado. El calor aprendió a salir por las tardes, pero yo no he aprendido a dejar la chaqueta de lana en el cajón. Paso por Muel cansado de tanto tren pero aceptando que viajo por que quiero, mientras con el rabillo del ojo observo unas cerámicas apostadas en una pared. Estoy rodeado de más personas cansadas que deberían haber llegado como yo a su destino y aguantan. Abofetear al vagón no conduce a ninguna gracia sustitutoria. Ni es hora de siesta ni de merendar ni de pasearse un parque, si acaso de coger un taxi para compensar. ¿Seré capaz de hacerme una tortilla de patata jugosa para cenar hoy?