Esto de llorar por el cine que no se logra hacer es una equivocación, pero está muy mal decirlo para no molestar más. Nunca se ha hecho tanto cine y tan bueno en España como en estos años. Aunque los ciudadanos vayan poco al cine, paguen poco por entrar en salas cerradas llenas de pajaritas y niños mascando cuando no hablan a gritos. Hoy el cine se hace para la televisión aunque esto joda mucho a los profesionales del cine que todavía no se han pasado a la tele, que son cada vez menos. Y muy buenos los que todavía creen en el cine y lo alimentan con su trabajo brutal, por cierto. Diríamos que el cine se va quedando vacío de espectadores pero lleno de excelentes profesionales que se intermezclan poco a poco con la televisión, hasta que solo quede una forma de contar historias con imágenes.
¿Pero cómo les decimos a los del cine que el drama de su profesión no es la piratería sino la televisión?
En la tele cabe todo. Desde esa cosa llamada “Sálvame” a una buena película original en blanco y negro o excelentes programas de Arte minoritario. Y debe seguir siendo así. Pero también debemos entender que cada vez más el cine que se hace para televisión, lo llamemos series o telefim o lo que nos de la real gana, es de excelente calidad. En España o en EEUU. Donde haya un buen guión o novela, unos excelentes directores y unos grandiosos actores, se hará buen cine, lo veamos en el salón o en una sala donde no es fácil levantarte a mear o ponerte cascos.