He salido a buscar churros como todos los días y cada vez me resulta más complicado encontrar a las 10 de la mañana en mi barrio y eso que bajo cada mes antes para ver si no se me escapan. Se acaban muy pronto luego o los vender baratos o hacen pocos o es que somos cada vez más ricos. ¿Pero no estabais en crisis? Si, pero para churros parece que no. El churro es solo harina y agua, un poco de sal y aceite para freír, pero cosas de la magia, unos churros son maravillosos, otros unos ladrillos y otros plástico. La mano del churrero se nota mucho.
Con los años uno va cogiendo vicios hasta que te los detecta el médico y te los prohibe. Espero que mi amiga médico no me lea nunca. Pero con la edad vas necesitando esos vicios para sentirte vivo.
Los churros con el café de las 11. Los gin tonic de los viernes. El bourbon de los sábados y El País de todos los días. Poca cosa pero seleccionada. Y el jamón cuando se pueda, mejor cortado a cuchillo. Hay que ir buscando vicios nuevos según te prohiben los de siempre. Es una manera de engañarte para seguir vivo.