17.1.14

La sociedad odia a muchos políticos y alaba a unos pocos. Me he perdido y no sé donde

Dicen que la sociedad odia a los políticos y es mentira. Que ya no creen en nosotros, dicen que hay una desafección brutal y es mentira. No lo vemos o no queremos mirar, pero hoy en Zaragoza me he dado de bruces con la realidad inentendible por mi. Yo soy el equivocado.

A la tarde ya oscura paseaba junto a un Centro Comercial cuando un buen montón de personas se amontonaba junto a una vallas metálicas junto a unos guardias de seguridad. Algo debía haber sucedido. Unas 80 personas esperaban algo, sujetas a las vallas.

Dentro del Centro Comercial de logo verde el revuelo era amplio e incluso sonado por las muchas personas que llenaban la planta. ¿Quien firma libros? Pues si. Un político.

Miguel Ángel Revilla intentaba sacar la cabeza entre tantas personas, lo conseguía aupándose todo colorado y casi angustiado aunque le gustaran los atascos, con la cara fingida de alegría pues le atosigaban hasta casi preocupar.

Jope con la política, he pensado, a mi solo me saludan en mi barrio y para preguntarme por lo suyo. Debo hacer un cursillo de anchoas, salir más en la tele o ser mucho más bajito. Si no, es imposible triunfar.

¿Edad, tipo de personas haciendo fila?, pues de todo oye, incluso he reconocido a un militante del PAR y a un joven que siempre va con la bandera republicana. En algo me he perdido.