Como no somos capaces de encontrar una nueva forma económica de organización social, a veces llamamos "Tercera Vía" al intento de encontrar un lugar intermedio entre el capitalismo y el socialismo.
Sería un sistema "centrado" que recogería lo mejor de cada sistema. Pero no acaba de avanzar ni de convencer a nadie. Quedan también residuos de comunismo entre las ideas de análisis, pero son cada vez más los que abogan por una reforma del capitalismo. Y aquí sí caben conjeturas.
Si solo quedara el capitalismo sería lógico pensar que "varios" capitalismos serían posibles, unos más sociales que otros. La humanidad se ha ido moviendo entre diversos modos de utilización social y económica, unos desaparecen mientras otros se transforman. Y esto seguirá sucediendo en el futuro. Aunque ahora nadie seamos capaces de saber cual será el recambio al capitalismo imperante, ni si será más o menos social.
A veces los nombres no sirven de mucho y por eso nos cuesta más de lo lógico encontrar recambio a las formas, pues parecemos destinados a reconocerlos solo por el nombre.
Si ponemos como ejemplos sistemas sociales y políticos que gobiernan hoy como los de Uruguay, Brasil, Venezuela, Cuba, Argentina, Francia, Rusia, China, Corea del Norte o Nicaragua, y los intentamos ordenar entre dos paquetes por el nombre de su ideología veremos la inutilidad pues los conceptos "comunismo socialismo" son tan amplios que resultan imposible las comparaciones.
Si el socialismo es muchas veces un simple capitalismo humano o social, si el comunismo ya no existe como posibilidad futura, si tenemos capitalismos claramente anti humanos, si la dictadura puede darse entre todas las ideologías, si a veces la religión distorsiona las ideas sociales, nos encontramos con un auténtico barullo a falta de ideólogos mundiales que vuelvan a marcar diferencias, algo que hoy parece imposible,
Llevamos un siglo donde las clases medias son las que han dotado de justicia social a los sistemas políticos y económicos. Son ellas que las gestionan en la sombra y sin darse cuenta, las libertades y las justicias sociales. Pero ya nos estamos dando cuenta que se están perdiendo, provocado esto o siendo solo un síntoma de los nuevos tiempos, lo que no deja claro quien y hacia donde moverá las sociedades.
Ya se habla de salario social, salario mínimo universal o renta básica como una posibilidad de futuro. La economía tiene suficientes escuelas de investigación como para crear diferentes salidas futuras a las sociedades. Lo que no hay es posibilidad de que todas gobiernen o incluso de que algunas sean respetadas, pues los intereses intentan controlarlos SIEMPRE los que tienen poder en cada momento. Pero puede suceder que interese a los que buscan las plusvalías de los sistemas, que convivan la fuerza laboral junto con la fuerza del consumo y con la paz social.
Si cada vez somos más personas dispuestas a trabajar durante más años y con sistemas productivos que fabrican más en menos tiempo y con menos personas trabajando, y además empobrecemos el consumo a todas las edades y buscamos menos guerras y más bienestar social, hay que encontrar un sistema que pueda encajar estos mimbres.
Las soluciones son fáciles de entender pero muy complejas de aceptar. O trabajamos menos horas al año y menos años en la vida. O consumimos mucho más. O prohibimos que trabajen las nuevas economías. O creamos guerras que hagan la labor de matar y destruir. O vamos mezclando un poco de cada solución esperando que surja el nuevo sistema y nos obligue al cambio.
Hoy hay guerras en zonas elegidas. Se trabaja menos a costa de la precariedad y el desempleo. Se intenta consumir más liberalizando el comercio y a través de precios baratos por la globalización. Se dificulta la formación para que no haya un exceso de emprendedores o de competencia. Se juega con los mercados económicos para detener crecimientos de nuevas economías "diferentes". De todo un poco para que no cree excesivas disfunciones sin poderlas controlar. Es mejor varias guerras separadas que una unida, etc.
