A veces las imágenes las provocan los tontos inútiles que se
dedican a la política sin saber cómo funcionan las sociedades. Bilbao hoy
sábado es un ejemplo claro. La sociedad vasca también puede estar harta de
tantas manipulaciones apelando a la violencia de algunos imbéciles ya casi todos detenidos. No se debe
jugar con el dolor ajeno. Nadie. Tampoco los que lo manipulan para sus fines
partidistas de todo tipo.
La justicia está para cumplirse pero también para acatarla una vez cumplida la pena. Y si no gusta, hay que cambiarla con el consenso necesario, pero nunca manipularla o utilizarla.
Cuando toca hablar de la PAZ todos tenemos que intentan
empujar para avanzar hacia ella. Si recuperamos odios y los manipulamos según
las ideas que imperan en cada momento político, lo normal es marear a la
sociedad y que esta se nos vuelva en contra de lo establecido. Las personas existen. Siempre. Respetémoslas y pensemos que son inteligentes.
Cataluña y el País Vasco necesitan calma y diálogo, más
inteligencia política y más trabajo social para que los problemas no se
enquisten. La culpa no es de los que salen a la calle, sino de los que los provocan
hasta salir o de los que restan derechos sin mesura adulta apelando a
religiones, ideas arcaicas u obediencias debidas a poderes económicos de
complicada asimilación por el conjunto de la sociedad.