Hoy me he encontrado de bruces con un hombre que pedía trabajo rodeado de cartelería en donde mostraba su trabajo anterior. Era un diseñador gráfico de casi 40 edades que tuvo que conocer una época de pleno empleo en su oficio.
Estaba triste. Bien vestido y con las orejas tapadas por el frío. O por que no deseaba escuchar los comentarios de quienes se acercaban a ver sus carteles. Era un hombre oscuro. Casi muerto.